Me gusta dormir, pero me encanta acostarme tarde.
Me gusta el olor que deja la lluvia, pero no por eso me gusta que llueva todos los días.
Me gusta el verano, pero odio cuando hace muchísima calor.
Me gusta el invierno, pero odio cuando no hace suficiente frío como para perdernos tu y yo debajo de una manta.
Me gusta la tranquilidad, pero no me gusta estar solo.
Me gustan los niños, pero odio cuando lloran.
Me gustan las películas de dibujos animados, pero no todas son buenas.
Me gusta la música, sin ningún pero.
Me gusta el olor a palomitas recién hechas, pero odio que queden palomitas sin hacerse.
Me gustan los cumpleaños, pero no me gusta cumplir años.
Me gusta una sonrisa, pero me gusta mas si la provoco yo.
Me gusta bañarme en el mar, pero no me gusta que el agua esté fría.
Y ahora, que me estás empezando a gustar tú, creo que deberías saberlo.
Saber que suelo poner un pero en las cosas que me gustan.
Saber que mi cabeza es un manojo de me gustas y peros.
Saber que no tengo nada claro, y que me gusta la claridad.
Pero, podrías ser música...y romper los peros.
Sé música.
Y yo romperé los peros.
