A veces hay que aceptar que todo tiene un principio y un final.
Despedir lo que fue, dar la bienvenida a lo que empieza a ser.
A veces, es bueno salirse de los márgenes.
Pero también se vive al límite caminando siempre en el margen,
saliéndose, sin querer queriendo, al colorear.
Intentando dar lecciones que ni nosotros mismos entendemos.
A veces, es bueno pensar que no todo lo que soltamos es pérdida.
Quizás soltamos para poder coger más.
Quizás lo inagotable, a veces se agota.
A lo mejor la vida es esto, pero aún no lo sabemos.
Tú seguirás ahí como siempre,
más guapa que nunca.
Yo seguiré intentando juntar dos palabras opuestas en la misma frase.
Pero sigo sabiendo que existo.
Porque tú, a veces, me imaginas.
Porque llegaste sin avisar, y te convertiste en todo.
Me enseñaste que si tenía dudas,
siempre hay que elegir el camino del quiero,
y no el del debo.
Y ahora te vas sin avisar.
Porque quieres, y porque debes.
Si dependiera de mí, volverías siempre a mi lado.
Porque quieras, y no porque te lo pida.
