Porque todo se ve con mas color.
Ahora que huele a verano, ya se acaban la discusiones.
Porque dos no se pelean si uno huele a aftersun. Que bien huele el aftersun.
Ahora que huele a verano, ya voy buscando quién quiera dormir siestas conmigo.
Porque una siesta en verano, calurosa, se vuelve mas fresquita si alguien te da calor.
Y si en invierno ya duermo sin pijama, ahora no voy a necesitar ni la piel.
Total, con tu piel ya me sobra.
Y sin quitarnos la sal de la piel, vamos a darnos calor.
Sin quitarnos la sal del agua del mar, dentro del agua. Fuera del agua.
Sin quitarnos la arena, en la arena.
Voy a encerrarte en las mazmorras de mi castillo de arena.
Y voy a dejarte salir solo para que veas el atardecer conmigo.
Que un atardecer compartido, es el doble de naranja.
Acostarnos tarde, quedarme contigo pasando lista para comprobar que no falta ninguna estrella, explorando la constelación de tus lunares desde algún tejado
y romper las tejas jugando a ser dos gatos.
Quiero que me comas todas y cada una de mis siete vidas.
Ahora que huele a verano, el sol ya está deseando verte salir por las mañanas.
El agua ya está deseando evaporizarse en tu cuerpo.
Y la luna te espera despierta cada madrugada para que le des las buenas noches.
Y no me extraña que la naturaleza quiera perderse en ti,
si lo más natural es perderse en ti para poder encontrarse a uno mismo.
Ahora que huele a verano, quiero bañarme en todas tus fuentes.
Y que me lleve la corriente si me tiene que llevar,
que se que solo voy a encontrar paraísos en tus desembocaduras.
Tendremos todo el tiempo del mundo.
Y si el tiempo es oro, más quisiera el oro ser como el tiempo juntos.
Que a mi no se me ocurre mejor forma de ganarme mi sitio en el cielo,
que probando contigo los siete pecados capitales.
Aunque he de reconocer que en tu cuerpo he encontrado mas de siete.
Total, ahora que huele a verano, no me aguanto las ganas de ti.
