me pongo una de esas playlist chillout de Spotify.
Nunca me inspiran mientras suenan,
siempre cuando las quito.
Quizás es porque ya han hecho su función
y al final han conseguido inspirarme.
Mi duda es, si también nos pasa esto con las personas.
Y recibimos lo mejor de ellas cuando parece que todo ha terminado.
Sólo que en este caso
no es tan fácil como volver a pulsar el botón del play.
Las personas tenemos botones,
pero no pausas.
Y no siempre llegamos a saberlo.
Personalmente, creo que no me haría falta llegar a ese extremo.
Te prefiero a tí mil veces en tu peor momento,
que a cualquier otro en su mejor momento.
Y a veces sólo necesitamos que alguien nos diga
que no lo estamos haciendo tan mal.
Que ya con eso tiramos, almenos,
hasta que la falta de interés mate a las ganas.
Si yo fuera tú, probaría.
Ya no hay nada que perder,
y hay poco por ganar.
Pero poco siempre es más que nada.